I
Tengo agendas que me están comiendo la vida a pedazos
aunque el café los vuelve a unir
me hago el harakiri sola, creo.
Café, más café, más café... ¡Más café!
¡Perdón! me malviajé en medio de este vértigo interminable
… Pero todo bien, muy contenta, muy feliz
y sobretodo sonriendo, ante todo sonriendo.
Durante la tarde de ayer me quedé sin palabras
quise ponerme a escribir y nada
y pensé tirarme a la perdición.
Decidí cerrar la libreta y dejar la pluma descansando.
Me convertí en una mujer común
me planté frente al televisor a matar el tiempo
o no se si él me mató a mí.
No me sentía bien
había una laguna muy grande en mi cerebro
como un gran vacío de palabras
pensé: mañana quizá amanezca más productiva.
II
…Hoy es mañana y en este momento
tengo a mi lado varias bolsas llenas de palabras
que recogí hace un rato en mi caminata matutina.
Hoy como todos los días me desperté
me puse los arreos respectivos
de una mujer que va a caminar al parque
y al salir de casa percibí la caricia leve de un vientecillo matutino
sentí como que algo se me había pegado en las mejillas
no le puse mucha atención y cuando iba manejando rumbo al parque empecé a ver cómo a mi auto se le pegaban papeles.
Cuando me estacioné afuera del parque
desprendí cada papel y cada uno tenía una palabra
los doblé y los guardé.
III
Mi caminata dio inicio
se me atravesó un perro y le robé un puñado de ladridos
le robé el canto a los pájaros y el sonido a los autos
me apropié de la risa de unos estudiantes que iban rumbo a la escuela aprisioné entre mis brazos las conversaciones a distancia
el olor del pan recién horneado
el zumbido de las moscas y el tarareo de las ramas de los árboles.
Sin que la gente me viera arranqué los suspiros de las flores
el guiño de las piedras que se me atravesaban y tomé furtivamente
varias palabras de los poemas impresos en unas rocas.
Tanta era mi necesidad de palabras
que me auto robé el sonido de mis pasos
los rayos de pensamiento en mi mente
el color de mis pantalones
la tibieza de mis manos escondidas
y el color de mis ojos matutinos.
Ya no era una caminante más
me convertí esta mañana en una ladrona de palabras y sonidos
para poder tejer poemas para ti.
IV
Quisiera construir poemas para ti
bordar tapetes con lo hurtado
con los sonidos y momentos robados
…Shhh, shhh, shhh, shhh, por favor no se lo digas a nadie
que nunca nadie se entere de mi hurto
o me encarcelarán ente los barrotes de tinta.
Seguí robando cuando estaba desayunando
me di cuenta de que el salero
producía un sonido al verter la sal en los alimentos
y hurté esa maravillosa musicalidad
arrinconé a la taza de café
hasta que me entregara las caricias que le prodigaría al plato
y me diera la dulzura que le produce la cuchara al menearlo.
La silla se vio forzada a otorgarme
el remanso de descanso que produce
y la mermelada de fresa se quedó muy triste
cuando me entregó la dulzura de su sabor.
El gato al verme corrió
no pude quitarle dos o tres maullidos
y su mirada felina aún sigue escondida.
Pero no todo fue malo porque le salvé la vida a la ventana
cuando le quité dos rayos de sol que la atravesaban
creo que hasta las gracias me dio.
Recuerda: nadie sabe de mi hurto, solamente tú
y ahora eres mi cómplice porque robé para ti.
Me he escondido en un rincón de mi casa
para agotar cada letra por el miedo a que se descubra mi robo.
Le quiero poner alas a todas las palabras para que lleguen a ti.
Así la evidencia se borra.
Créeme que robar palabras no ha sido tarea fácil.
Esto es lo único que pude tejer con lo hurtado
tiene que ver con esos demonios que estoy exterminando con tu ayuda.
V
Acabo de escuchar las noticias en la radio
y comentan que anda suelta una ladrona de palabras
están alertando a la ciudadanía para que si la ven la reporten.
Esconderé las palabras que me quedan debajo del colchón
para que nadie las vea. Solamente tú sabes dónde las escondí.
…Shhhh, shhhh, shhhh, ¡no les digas que me viste!
¡Mira nadamás a lo que me orillaste!
¡A convertirme en ladrona de palabras, sonidos y suspiros!
Irma Ruth del Ángel
Lunes 29/08/2011
9:33 p.m.